Primer día de Guardería

Esta semana es rara en general, es el primer lunes que no voy a trabajar después de un año y medio y ya empezaba el día con una extraña sensación. Por otro lado, era el momento de que mi niña fuera a la guardería por primera vez, así que íbamos a estar una hora solos como hacía 17 meses que no estábamos. Así que el día apuntaba maneras y a continuación os contaré como ha ido todo.


En cuanto a mi extraña sensación de no ir a trabajar se ha ido diluyendo poco a poco. La verdad que el que te avisen con 15 días de antelación te ayuda a hacerte a la idea y el viernes fue mi último día en el trabajo. Hoy tenía cita en el paro a las 12:30, así que como la niña solo tenía la adaptación en la guardería hemos esperado a que saliera para luego ir yo a la Oficina de Empleo. Nos hemos levantado temprano, la niña y la madre más que yo todo sea dicho, le hemos dado el desayuno y nos hemos vestido todos para el primer gran día.

Hemos llegado a la guardería sobre las 10:15 y ha venido la que será su maestra a la puerta a recibirla. Parecía que iba a salir corriendo en dirección puesta pero cuando la señorita le ha dicho que entrara a jugar con los nenes le ha echado los brazos y se ha ido con ella. Le hemos dicho adiós y ella se ha quedado tan conforme, incluso al irnos hemos pasado por una ventana en la que, al asomarnos, la hemos visto señalando a los niños mayores y contenta. Al ser solo 1 hora la adaptación hemos ido al Mercadona que está cerca para comprarle su gel de ducha, un potito y algo de carne para comer hoy. Como nos ha sobrado tiempo hemos acabado en un bar desayunando (el riquísimo desayuno lo podéis ver en el Instagram de Lidita Swan, también podéis seguirla a ella y a mi en Papá Gades) para reponer fuerzas. Mientras desayunábamos me decía mi mujer: "Ahora tienes que tener siempre el móvil con sonido por si nos llaman de la guardería". Sabe que siempre lo tengo en vibración y de ahí su advertencia.

Una vez hemos acabado, serían sobre las 11:00, hemos emprendido el camino de vuelta e íbamos a esperar ese cuarto de hora que nos quedaba cerca de la guardería. No hizo falta, a los segundos suena mi teléfono, era la maestra de la niña para comunicarme que estaba llamando a mi mujer (sí, la que minutos antes me decía que tuviera el móvil con sonido lo tenía en silencio) y no se lo cogía. La niña estaba llorando mucho y para 10 minutos que le quedaban que mejor fuésemos a recogerla ya. Así que un minuto después estábamos en la puerta de la guardería y ella venía en brazos de la señorita llorando. 

Nos comentó que entró muy bien, que ha estado viéndolo todo, señalando y que le recogía los juguetes  a los niños que están aún en el carrito y los tiraban. Todo iba bien hasta que ha echado en falta a mamá y ya no hacía más que llorar. Nos ha recomendado empezar con una adaptación más corta y que en vez de una hora vaya media y progresivamente ir subiendo. Así que mañana estará solo media horita en la guardería y esperemos que no entre llorando, que tiene toda la pinta al saber ya donde va. Hemos ido a casa de mi madre que está al lado y habíamos aparcado cerca y en el camino aún lloraba y solo quería estar en brazos de mamá. Al rato ya se le ha pasado y ha empezado a jugar con todo en casa de la abuela. Ha salido tan cansada que al dar dos vueltas en el coche para ir al paro ya se había dormido. 

Así que el primer día de guardería ha acabado un poco mal, esperemos que con el tiempo se vaya acostumbrando y quiera ir a la guarde feliz y contenta. Mi cuñada, que es profesora de infantil, siempre nos avisó de que el primer día no suelen llorar y que el segundo sí porque ya saben donde van. Así que esperemos que mañana no monte un numerito en la puerta, porque ella es de buenos pulmones y no se cansa pronto de llorar. Seguiremos informando, ¡Saludos!

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