¿Por qué estudié Historia?

Como todos sabéis, si me seguís en redes o habéis leído el "Sobre Mi", soy graduado en Historia por la Universidad de Cádiz. ¿Cómo llegué a ello? ¿Por qué opté por una carrera con pocas salidas profesionales? Hoy os cuento mi experiencia, lo que más me gustó y lo que menos de la carrera y si me arrepiento de haberla escogido.


Jamás pensé hacer una carrera, creía que no valía para ello y que haría Bachillerato y luego optaría por un módulo de grado superior. En el instituto era un estudiante medio, ni el más aplicado ni el más dejado. Lo típico que dicen: "Es un chico muy inteligente pero es muy flojo". Ese era yo. El caso es que llegué a 4º de ESO, tras haber repetido 3º, y no había ningún módulo que me llamara la atención, así que continué con el bachiller.

Bachillerato me pareció un poco un paseo, salvo porque tuve que quedarme convalidando matemáticas un año más. Yo siempre había escuchado eso de: "Me quedaba una y me pasaron la mano" Pues yo tengo el gafe y me quedó una y me dieron por detrás, así que perdí un año de mi vida para esas dichosas matemáticas de Ciencias Sociales. Fue en 2º de bachiller cuando empecé a interesarme por la rama de la Historia y la Geografía y recuerdo que le pregunté a mi profesora qué había estudiado ella. Historia siempre ha sido una asignatura que se me ha dado bien y los profesores que he tenido todos han ayudado a acrecentar esa pasión. En 3º de ESO tenía una profesora muy simpática y no sé como me las apañaba pero no sacaba menos de 8 en sus exámenes, incluso llegué a tener un 10 cosa que no pasaba mucho.

En Bachillerato también tuve buenas experiencias con mis exámenes de Historia, tanto que un día, al entregar uno de ellos el profesor me destacó, sin ser la mejor nota de la clase. Comentó que mi examen y el de la compañera que tenía más nota eran los mejores de la clase, que ella tenía mejor nota porque había más contenido pero que mi examen era un ejemplo porque no estaba calcado del libro, sino que estaba entendido y explicado con mis propias palabras. Entenderéis que salí de la clase con el ego por las nubes, más sabiendo que siempre estudiaba para los exámenes el día antes. Pero lo que me pasaba con Historia era simplemente que me gustaba, era como leer una novela, te quedas con el argumento de la historia y ya tenías lo básico para un examen.

Llegué a Selectividad sabiendo que estudiaría Historia y, como me tocó la Selectividad sobre 14 puntos y las ponderaciones, adecué mis asignaturas en base a esto. Nunca había estudiado Historia del Arte sin embargo conseguí el temario y cambié esta asignatura por Economía, ascazo total y absoluto. Finalmente accedí de largo a la carrera con un 8.934, solo necesitaba un 5. Como segunda opción eché Filología Hispánica y de tercera Derecho.

La carrera para mi fue fantástica, no solo por las asignaturas, por los profesores (con excepciones) y por los compañeros. La clase era relativamente pequeña, comparada con una de Empresariales o así y cada año íbamos siendo menos. Muchos tributos caídos e iban sobreviviendo los más fuertes, o los más pacientes. Obviamente tampoco nos llevábamos bien todos, pero por mi parte hicimos un grupito muy bueno y con el que he pasado cada cosa que no nos la quita nadie.

Se nota mucho la diferencia de cuando estudias algo que te gusta a cuando no. Me costó la vida salir del instituto por las matemáticas y otras asignaturas que para mi eran totalmente irrelevantes. Sin embargo, la carrera la fui llevando año tras año y la acabé en mi tiempo, 4 años. Mis asignaturas más atragantadas fueron Historia Antigua Universal, la I y la II, que siempre tenia que aprobarla en segunda convocatoria. Pero sin duda, la peor fue Historia Moderna II que la arrastré de un año a otro y necesité 4 intentos para aprobarla. Las asignaturas de Prehistoria y Protohistoria eran las más cansinas para mi, pero en el examen no me fueron mal (los profesores influyeron muchísimo, una loca y un tonto al que le dio por mi).

Mis asignaturas favoritas fueron las de Historia Contemporánea, las de América e Historia de las Migraciones. Esta última iba a ser mi tema para el trabajo fin de carrera pero un problemita hizo que al final optara por otra de Historia de América, algo que finalmente fue genial y me propusieron para matricula, que no la conseguí pero con eso me quedo.

En definitiva, estudié lo que me gustaba porque sabía que de otra forma no hubiera conseguido sacarme una carrera. Económicamente en casa sabía que no podía permitirme pagarme una matrícula entera, así que necesitaba de la beca para continuar estudiando. Así que cuando dicen que hay que ser rico para estudiar en España a mi eso me indigna. Es cierto que en transporte se va mucho dinero pero la carrera en sí a mi me costaría menos de 300 euros (arrastré una asignatura y aunque me dieron beca, esos créditos los tenía que pagar yo). Con esfuerzo conseguía mantener mi beca y pude continuar mis estudios, así que con esfuerzo se puede. En cuanto a las salidas profesionales pues casi todas te van a obligar a opositar, para bibliotecas, colegios, museos, etc. Mi intención era hacer el máster de profesorado, pero vino la pequeña y se convirtió en la prioridad.

Mi reflexión es que estudies lo que quieras, lo que te guste y lo que sepas que vas a poder sacar. Mirar las salidas profesionales al escoger una carrera es un gran error.



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